Nuestro grupo de trabajo está formado por gente
del medio informático que tiene el objetivo común de transformar
al Ecuador en una potencia en la creación, producción y
exportación de software de calidad mundial.
A pesar de que la mayoría de nosotros trabajamos en empresas de desarrollo de software, lo que nos motiva no es algún interés comercial particular, sino la conciencia que tenemos de que el Ecuador si puede volverse una potencia en desarrollo de software, y que lo único que hace falta es un agente motivador que impulse a quienes pueden hacer esto realidad: los desarrolladores de software de Ecuador, los que aún están en las aulas formándose y aquellos que ya se encuentran trabajando pero que no están concientes del potencial que tienen escondido o simplemente piensan que aquí nunca van a poder explotarlo al máximo.
Creemos en el Ecuador y en su gente, creemos
que el software hecho aquí, puede ser junto con el petróleo,
camarón, flores y otros, un gran producto de exportación.
Tenemos el potencial y la capacidad para crear
una imagen de excelencia mundial en creación de software, tal y
como lo han hecho otros países, pero además con el valor agregado
de tener una forma de ser alegre y abierta, una forma de ser
latina. Podemos hacer software de calidad y podemos hacerlo
siendo ciudadanos del mundo sin perder nuestra identidad
latinoamericana.
Somos de la misma clase mundial que cualquier
desarrollador de cualquier corporación de software del primer
mundo y tenemos ejemplos reales en nuestro grupo que lo
demuestran.
Sabemos que estas mismas corporaciones
necesitan ejércitos de desarrolladores en todo el mundo para
poder seguir existiendo. Son ellas quienes nos necesitan y no a
la inversa.
Creemos que las herramientas y plataformas
tecnológicas son solamente el medio para alcanzar nuestro fin, no
somos un grupo radical o devoto de cierta tecnología específica,
somos creyentes de que el software es una nueva forma de arte y
que como cualquier otro solo puede tener grandes expositores
cuando se hace con pasión y conocimiento.
La meta es lograr un
cambio de actitud en nuestros desarrolladores y catedráticos,
dejar de ser pasivos consumistas de tecnología y herramientas y
pasar a ser proactivos y creadores de tecnología para que otros
la consuman. Dejar de enseñar solo lo que para el mercado
es conveniente y formar desarrolladores que creen y colaboren en
la creación de nuevos paradigmas tecnológicos mundiales.
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